Mirad lo que hace la traviesa diseñadora Julie Krakowski con el lino. Pues nada más y nada menos que quemarlo y mancharlo, para convertirlo en piezas de lencería para el hogar, que a mí me encantan.
Otra vez estoy hablando de piezas imperfectas, deterioradas y aparentemente sucias, pero que a pesar de todo, están dotadas de una apariencia sofisticada y bella.
Estas marcas y quemaduras, producidas por pequeños accidentes de la vida cotidiana, son recreadas y reinterpretadas por la artista que las mezcla con bordados, hilo dorado, lentejuelas y cuentas, hasta convertirlas en originales motivos decorativos.
De todos sus trabajos, me quedo con Coffee and Cigarettes 1, porque a pesar de la complejidad me resulta sutil sin cansar, en el resto de sus trabajos, creo que se le va la mano.
Y es que hasta para para llegar a ser sutilmente imperfecto hay que lograr cierta perfección.
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Me encanta la idea. Las manchas y las quemaduras lo hacen mucho más personal, vivo y bello.
Miss Rosenthal,
el trabajo de esta mujer trata de fijar y perpetuar lo accidental, muy poético.
Saludos