Algunas texturas que me han llamado la atención y que forman parte de la obra tridimensional de Henrique Oliveira.
No todo lo que hace este artista me gusta, muchas cosas casi nada, pero algunas otras han logrado captar mi atención y con eso me basta.
Su trabajo no necesita de grandes explicaciones, como se puede observar, ha sido creado con capas y capas de corteza de madera, recolectada en las calles de São Paulo, ciudad en la que vive el escultor.
Con ellas va construyendo inmensas piezas que parecen retorcerse, curvarse, moverse y expandirse en todas direcciones, creando a su paso espacios cóncavos y convexos que parecen reproducciones ampliadas del interior de algún ser vivo.
Algunas de sus piezas parecen la imagen congelada de materia viva que se desborda en un torrente viscoso, raudo a engullir todo lo que se le ponga por delante, el color rosáceo ayuda.
Por supuesto toda la composición está muy bien armada para que nada se mueva, la madera ha sido perfectamente fijada y cada pieza encaja en forma y color en su sitio correspondiente, nada fluye pues, ni se desborda, pero... a que lo parece...
Lo he conocido aquí.
Etiquetas: arte, escultura, materiales, superficies, todos
hay alguna foto repe, como la de la escalera
es muy interesante las cosas que se pueden conseguir con madera y otros materiales desechados como los colchones...parecen salidos de alguna fantasía o sueño
Imprescindible tu blog. Hace tiempo que te sigo, como un ritual, casi a diario. Me encanta tu criterio escogiendo imágenes, artistas, redactando las entradas...un lujo, sí señora. Gracias.
¡¡Qué maravilla!! Dan ganas de tocarlo y de meterse en esos pasillos casi carnosos... ¡Lástima que no nos quede a mano para ir a jugar un rato!
Muchísimas gracias!! Me encantan tus aportaciones. Disfruto muchísimo y las recomiendo a mi gente vía facebook. Impresionante el trabajo de este escultor. Me ha encantado. Mil gracias
Uff, menudo trabajo. Me gusta mucho, sí. El efecto visceral de algunas piezas es impresionante
Qué barbaridad.
Saludos Remedios.
Si que es un trabajo impresionante quizás demasiado para mi gusto, pero vamos, que no tiene desperdicio.
Gracias Jose Real por reparar en la foto repe, a veces ando tan despistada que cometo muchos fallos de ese tipo.
También quería agradeceros los amables comentarios hacia el ático, se agradecen mucho.
Saludos
"nunca es demasiado trabajo" eso dice mi padre jajaja
a mi me recuerda un poco las maderas y cartones a .... una cueva de chocolate?
Toma ya...vaya caña!! te estas cubriendo de gloria últimamente con tus artículos...brutal!
Vi una de sus esculturas, una modesta comparado con las de las fotos, en un centro cultural en São Paulo. Me pareció curiosa...pero pensé que era madera nueva y pense... Qué animal de bellota! Pero si son recicladas,,, lo retiro de mi pensamiento. No hace que sea una propuesta interesante por reciclar, pero es un paso importante, no?
Un saludo
Jose Real, si que es verdad lo de la cueva de chocolate como en el cuento de Hansel y Gretel aunque hay otras veces que parecer el interior de la ballena de Pinocho...
Román, mil gracia por tu comentario, es doble halago viniendo de alguien que tiene un blog como el tuyo...
Manu, razón tienes, aunque yo matizaría algo: el que sea reciclado no hace el resultado más interesante, pero sí el proyecto. Pero bueno al final, lo que importa es el resultado...
Gracias por comentar.