Las increíbles fotos de este post, no corresponden a la documentación gráfica de la intervención de un inspirado artista, nada más lejos de la realidad, en este caso el trabajo y no estoy menospreciando el talento del fotógrafo, se ha limitado a elegir los mejores encuadres de una obra creada por las fuerzas de la naturaleza y el paso del tiempo a partes iguales.
Namibia Sand Houses es el reportaje fotográfico que Richard Ehrlich ha realizado en las casas que construyeron los alemanes que llegaron a Namibia, a principios del siglo XX, para probar fortuna como buscadores de diamantes.
Cuando se descubrieron yacimientos en zonas más habitables, estas "especiales" casas fueron abandonadas, quedando a merced de la arena y el viento que poco a poco anegó sus cuartos, pintados con sutiles colores, donde aun se conserva parte de un mobiliario que emerge y se esconde a golpe de viento, bajo al arena.
Impresionante también la serie Namibia Diamond Mines, donde se aprecia cómo el desierto se ha instalado sobre las ruinas del las minas abandonadas.
Las fotos transmiten maravillosamente la belleza del lugar y yo daría lo que fuera por poder estar allí para verlo, un mar de arena con sus olas, penetrando en una habitación... hoy no se me ocurre nada más bonito que ver...
Lo he visto aquí.
Etiquetas: arquitectura, efímero, fotografía, todos
es como el mundo comiéndose al hombre, una gozada
bs
Arte por casualidad y la revancha de la naturaleza.
Sigo recomendándote el documental "La vida sin nosotros" Canal Historia, si algún día nos vemos y el desdén te permite hablarme te pasaré un ejemplar... ya lo sé, me repito.
*_*
El fotógrafo no tiene mérito: tan solo los encuadres. Tú tampoco tienes mérito: te has limitado a recopilar fotografías...
Si alguien fuera capaz de pensar eso, yo no estaría de acuerdo, con ninguna de las dos cosas.
El fotógrafo imprimió magia a esas instantáneas. Tú imprimes magia a todo lo que tocas, tu mérito es triple: primero tener tus gustos e inquietudes, después saber cómo satisfacerlos, y lo más importante: dejarnos participar de esos post tan exquisitos que elaboras. Tu blog se ha convertido en uno de mis sitios favoritos.
Gracias también por tu visita y tus palabras.
Resulta que yo estaba buscando una imagen para una entrada en mi blog que habla de despedida, de nubes, de arena...
(me vas a llamar copiona)
¡GRACIAS!
Gracias por los comentarios, desde luego las fotos son una pasada y el mérito es tanto de la naturaleza como del fotógrafo, que captó justo ese momento, justo esa luz, justo ese encuadre...
Querido Javier V. ya tengo curiosidad por ver el documental del que me hablas...
En cuanto a lo de vernos, pues el día 20 estaré desayunando en la Plaza de la Luna y si vienes te invito a un café con churros, sólo tienes que llevar la taza, hasta la silla te llevo, para que veas que no te guardo ningún rencor.
Has decidido aplicar tus esfuerzos y extensos conocimientos en darme caña y lo asumo, no pienses que te voy a censurar los comentarios ni nada por el estilo...
Sólo una cosa te digo, cuídate que estás empezando a utilizar emoticones y eso me preocupa.
Saludos para todos y hago extensiva la invitación a los Desayunos de La Luna el día 20 de septiembre.
Impresionantes las fotos.... Yo no sé si a ti te pasa, pero las ruinas devoradas por la naturaleza siempre me han generado una fascinación terrible... Eso de pensar que un sitio que fue un hogar para alguien se convierte en algo salvaje, con una vida nueva y misteriosa, me resulta de lo más estimulante... Tus posts siempre son pequeños descubrimientos!
Perla del Turia,
desde luego me pasa como a ti, todo lo que es devorado lentamente por la naturaleza me alucina, la arena, el agua y la vegetación actúan de una bella manera sobre la obra del hombre, como queriendo recuperar el lugar que les fue arrebatado por la fuerza.
Gracias por leerme.
Yo estuvé allí. Una de mis galerías de arte favoritas, como todas aquellas que la naturaleza nos brinda.
Sigo alucinando con tu blog, qué pena que haya cosas que no se "peguen"...
Besos
Verónica, pero que suerte haber podido contemplar por ti misma esta maravilla, seguro que es aún más bello que lo representado en las fotos, aunque también algo sobrecogedor el espectáculo. Uno se debe sentir muy poca cosa ante esta demostración de poder de la naturaleza.
Espero que hayas tenido un buen verano, echo de menos tus germánicas historias.
Las fotos son bonitas, pero no muestran la belleza del lugar, hay algo en el aire allí, que no han podido mostrar las instantáneas.
Por cierto, el lugar se llamaba y llama Kolmanskuppe, y está al lado de Lüderitz, en la costa sur de Namibia.
bs
Verónica, me lo imaginaba. Gracias por confirmármelo.
Besos hasta Alemania