Y después de la quema... que pase un tornado y cambie todo de sitio. Como en esta instalación, vista en Dear Ada, del artista Zeger Reyers, donde los platos de cerámica blanca de la abuela, han salido del armario para estamparse contra la pared, eso sí de una forma muy artística.
Es la segunda instalación que veo en poco tiempo con cerámica blanca como elemento principal. Ya he comentado hace unos post que la artista Geraldine Pilgrim invadió una de las habitaciones de la casa Belsay Hall con montones de platos y tazas.
Si no sabéis que hacer con la vajilla antigua y rota, no la tiréis, dejadla descuidadamente en un rincón y podeis decir que es una instalación (es broma).
Etiquetas: arte, decoración, humor
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